“A veces uno amanece con ganas de extinguirse… Como si
fuéramos velitas sobre un pastel de alguien inapetente. A veces nos arden
terriblemente los labios y los ojos y nuestras narices se hinchan y somos
horribles y lloramos y queremos extinguirnos… Así es la vida, un constante
querer apagarse y encenderse”.