jueves, 23 de abril de 2015

Mario Benedetti



“Te libero de mí, de
mis males, de mi malgenio,
de los domingos
por la tarde en donde
 nunca puedo más, del
odio a mis cumpleaños,
 de no saber cómo hacer
 para regalarte algo que
 no pierdas. Te libero de
 mi desengaño, de tu
karma, de mis novedades,
 de la contradicción que
represento. Te libero de
 mis llamadas que te saben
 a autocompasión, de mis
enredos, de mi cabello
suelto, largo, sin
peinar. Te libero de mi
consciencia, del
desconcierto a fin de
mes, de la caída, de la
llegada, de mi huida
inevitable. Te dejo libre
 para que me dejes, para
que me veas de lejos y me
quieras, menos…”.

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