“Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes
amores: uno con el que te casas o vives para siempre, puede ser el padre o la
madre de tus hijos… Esa persona con la que consigues la compenetración máxima
para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay siempre, un segundo amor una persona que perderás
siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de
la química escapan de la razón y te impedirán siempre alcanzar un final feliz.
Hasta que cierto día dejarás de intentarlo…Te rendirás y buscarás a esa otra
persona que acabarás encontrando.
Pero te aseguro que no pasarás ni una sola noche sin
necesitar otra beso suyo o tan siquiera discutir una vez más... Todos saben de
qué estoy hablando, porque mientras estabas leyendo esto, te ha venido un
nombre a la cabeza.
Te librarás de él o de ella, dejarás de sufrir, conseguirás
encontrar la paz (lo sustituirás por la calma), pero te aseguro que no pasará
ni un solo día en que desearás que esté aquí para perturbarlo. Porque a veces
se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el
amor con alguien al que aprecias”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario